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Como devota durante la semana de Pascua, uno de los más tradicionales y más bellas de España. Felipe viajó a Sevilla para el trabajo, y que estaba a cargo de poner en marcha las nuevas instalaciones de la fábrica Persan, para conmemorar el 75 aniversario de este. Una cita en la que se celebró la mañana y visitó la fábrica y tomó una foto de los empleados que lo recibieron con aplausos cariñosa familia.
Una vez que el deber, concluyó Don Felipe decidió quedarse, aprovechando estos días por las calles de la ciudad de Sevilla procesiones típicas de la fiesta, que llenos de devoción y pasión a cientos. Unirse a esta preciosa tradición, el rey jugó la persona que llama de los dos pasos de la Hermandad de la Redención, El beso de Judas y la Virgen del Rocío. En respuesta a este ritmo, los portadores llegaron a la «levantá» un paso y gritaron «Viva España» antes de iniciar la gira.
Además, Don Felipe, que en esta ocasión no estuvo acompañado por la reina Doña Letizia, ha sido testigo del saetero de Osuna, Manuel Cuevas ha dedicado un perno de corazón a la Virgen del Rocío. En su recorrido por la ciudad, fue a la parroquia de San Andrés para ver la salida de la hermandad de Santa Marta y fue testigo de la procesión de la Hermandad de Santa Genoveva de la plaza de España
«¿Has visto cómo vivimos Pascua, nuestra semana grande, y ha sentido el cariño de la gente», dijo el presidente andaluz, Susana Díaz, quien acompañó al monarca en el curso y comentó que este le había dado la típica estampitas devotos llevan imágenes de sus dueños y están repartidas en los itinerarios de sus gremios.
Mostrando su cercanía y naturalidad, el protocolo de Don Felipe saltado esta visita para saludar a los niños que se agolpaban en el paso de las procesiones y estaban encantados de verlo de cerca.
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