Cuando la presión arterial supera los niveles medios, hablamos de hipertensión o de tensión alta en el embarazo. Conoce las causas, los síntomas y los remedios que, fundamentalmente, se basan en el control de la alimentación.
El nivel de la presión sanguínea es uno de los indicadores más importantes del estado de salud en el embarazo y, sin embargo, no se controla lo suficiente. La presión arterial durante el embarazo debería controlarse con frecuencia, incluso cuando no se han tenido problemas con anterioridad. Los cambios físicos relacionados con esta etapa pueden alterar los valores de la presión sin previo aviso, lo que puede llegar a provocar complicaciones serias. En el fondo, es sencillo: sólo hay que comprobar la tensión de forma regular.
Síntomas de la tensión alta en el embarazo
Si la hipertensión es leve o moderada, los síntomas pueden ser inexistentes, por lo que sólo con el control constante es posible identificar el problema.
– En cualquier caso, cuando aparecen trastornos, como dolor de cabeza, molestias visuales («moscas voladoras»), zumbidos, dolor en la boca del estómago, reducción de la diuresis y edema o hinchazón, junto con un considerable aumento de peso, es preciso informar al médico inmediatamente, ya que podría tratarse de preeclampsia, caracterizada, además de por la tensión alta, por la presencia de proteínas en la orina.
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– Asimismo, el dolor de estómago puede llevar a engaño y confundirse con gastritis, que es un trastorno más bien frecuente hacia el final del embarazo. En realidad, se trata de un dolor debido al edema, que también afecta a los órganos internos, sobre todo, al hígado.
La dieta adecuada en caso de tensión alta
El principal remedio en caso de hipertensión es el control de la alimentación, sobre todo de los alimentos que contribuyan a aumentar la presión de la sangre sobre las arterias. ¡Toma nota!
|Los alimentos ricos en ácidos grasos esenciales (Omega-3 y Omega-6) son muy beneficiosos para combatir la hipertensión, ya que ayudan a reducir el nivel de colesterol, previenen la obstrucción de las arterias y facilitan el paso de la sangre. Por eso, es recomendable comer pescado azul un par de veces a la semana, como mínimo.|
Dentro de los alimentos vegetales ricos en ácidos grasos esenciales, se encuentran los frutos secos. Las nueces, las almendras o los cacahuetes son una buena opción para picar a media tarde.
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La Vitamina C ayuda a rebajar la hipertensión, porque ayuda a relajar las arterias que están muy tensionadas. Los cítricos son alimentos muy ricos en Vitamina C.
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En caso de tensión alta, también debes ingerir alimentos ricos en calcio, como la leche, el queso o el yogur. El calcio protege el corazón, relaja las arterias y ayuda a mantener un equilibrio entre sodio y potasio en nuestro organismo.
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Las verduras son muy ricas en potasio, un componente muy beneficioso para la hipertensión, ya que contrarresta al sodio, ayudando a eliminar el agua del organismo y reduciendo la presión arterial.
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También debes aumentar la presencia de frutas en tu dieta. El plátano, el melocotón o el albaricoque son muy ricos en potasio. Las peras, las fresas, los higos o las uvas son muy ricos en Vitamina C.
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En tu dieta, deben abundar los alimentos ricos en fibra. Alimentos como los cereales integrales son muy beneficiosos para combatir la hipertensión.
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La sal es uno de los alimentos que debe reducirse para combatir la hipertensión. El aumento de sodio en el organismo ocasiona la retención de líquidos y el aumento de la presión arterial.
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El café es un alimento desaconsejado en el embarazo, pero, en el caso de sufrir hipertensión durante la gestación, lo es aún más, ya que sube la tensión arterial.
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La bollería también está del todo desaconsejada, ya que es rica en grasas saturadas, que aumentan el colesterol y la presión arterial.